Los productos de Moñita tienen una característica fundamental y es que se pueden adaptar a todas las necesidades, por muy específicas y puntuales que sean, de nuestros clientes. Aquello que necesitan se pone sobre la mesa, se elabora un boceto sobre la idea en cuestión y se adapta todo lo necesario para poder ofrecer un producto final de la máxima calidad y con todas las garantías, así como los mejores materiales. Todo ello contribuye a que cada proyecto sea completamente diferente al resto y muy personal. Dentro de esa parte es donde se encuentran los almacenes temporales. La temporalidad con la que trabajan muchas empresas puede reclamar la creación de esos almacenes, que pueden ser de diversas características.
La función de los mismos, como bien dice el nombre, es la de ejercer de lugar de almacenamiento durante breves periodos de tiempo. No solo eso, sino que para eventos, exposiciones o stands también pueden servir y adaptarse. Todo este tipo de eventos son de uno o dos días o, a lo sumo, una semana, lo que permite que se puedan utilizar sin computar como edificación y con unas condiciones muy positivas. Tienen un coste bajo y asumible, así como la posibilidad de traslado, ya que son muy sencillos de instalar y de transportar.
También tienen la posibilidad de ser construidos o modificados sobre la marcha, ya que muchos de ellos tienen o se construyen por módulos, lo que hace que se puedan introducir o sacar distintas partes de los mismos. Ocurre lo mismo con los cerramientos, la temporalidad tiene el problema de estar expuesta a cambios climáticos repentinos, lo que puede demandar de diferentes cerramientos. Se puede realizar al momento y el cambio es sencillo. Por todo lo anteriormente mencionado, Moñita es una excelente solución para todas esas empresas que tienen en la temporalidad su método de trabajo.