Ya queda menos para empezar a disfrutar de los días de verano. Días para pasarlos dándose un baño en la piscina, tomando el sol en la playa o saborear un rico vaso de horchata en la terraza de algún bar. Pero el verano también implica encender el aire acondicionado para evitar asarse de calor en casa.
Eso, claro, si tienes aire acondicionado. Porque no todas las viviendas cuentan con uno de estos aparatos. Para aquellos que no desean gastarse demasiado el bolsillo, una solución para mantener fresco el interior de la vivienda consiste en colocar un toldo de punto recto en la fachada exterior.
Los toldos de punto recto están compuestos por una lona y un sistema de brazo de punto recto convencional que puede accionarse de forma manual o eléctrica. Situados en las ventanas, impiden el paso de los calurosos rayos de sol, manteniendo así el interior fresco y no impiden por ello la vista al exterior.
Aunque quizás la mayor ventaja que tiene un toldo de punto recto sea el menor consumo energético que implica, lo que se traduce en una factura de luz más barata. Si deseas obtener más información de nuestros toldos de punto recto, échale un vistazo a nuestro catálogo.