El otoño es época de lluvias y, como es lógico, ese fenómeno meteorológico sobre tu toldo puede dañar el tejido o los automatismos del mismos. Como siempre, queremos alargar la vida de tu toldo y evitarte averías que supongan cualquier gasto extra en el mismo, para ello hoy te proponemos algunas medidas que debes tener en cuenta para proteger tu toldo de los fenómenos meteorológicos y factores climáticos propios de la estación en la que nos encontramos:
- Cofre: Instalar un cofre protege el toldo cuando no está desplegado y, además, favorecerá a la estética global del edificio. Aun así, si no dispones de este complemento puedes poner en práctica otros trucos que te permitirán seguir cuidando y protegiendo tu toldo de la lluvia.
- Humedades: ¿Ha llovido y el tejido del toldo se ha empapado? Debes extenderlo por completo y asegurarte de que está bien seco antes de guardarlo, evitarás así que aparezcan hongos o musgos que terminan por deteriorar el material.
- Revisa su estado: Tras una fuerte tormenta o rachas de viento revisa el estado en el que se encuentra tu toldo, incluso aunque sea una época en la que no lo uses mucho. Es importante que te asegures de que no se ha ensuciado y, de ser así, aplica agua y jabón cuando esté extendido y deja que se seque bien antes de recogerlo.
- No te olvides de él: Una vez que termina el verano es común que la gente se olvide de su toldo ya que deja de usarlo. Si quieres proteger tu toldo y mantenerlo en buenas condiciones es importante que, cada cierto tiempo, revises su estado y evites, así, sorpresas desagradables cuando vuelvas a tener que extenderlo el próximo verano.
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