En estos días calurosos se están empezando a abrir las piscinas y como consecuencia llegan los primeros chapuzones.
Cuidar una piscina es fácil pero requiere atención en su mantenimiento. Mantener el nivel adecuado de agua, controlar el cloro y el ph, limpiarla a menudo…son tareas que compensan con la diversión y el refresco que nos da bañarnos en la piscina.
Cuando acaba el buen tiempo se protege el agua y la instalación acuática con una lona, pero ¿qué pasa con las piscinas de invierno? ¿y si en verano queremos mantener la temperatura del agua que nos dio el sol durante el día? Existen lonas especialmente diseñadas para cada uso.
Cada piscina requiere de unos cuidados diferentes. No es igual si es de sal que de cloro, y lo mismo sucede con las piscinas de invierno y de verano. Nosotros te asesoramos en el recubrimiento y protección cuando no uses la piscina, y después ¡A nadar se ha dicho!
